Parece que se caen pero no se caen, un adecuado punto de equilibrio permite a estos floreros esbeltos y estilizados mantenerse siempre en pie, incluso mostrando sus flores que necesitadas del agua seguirán bajando el punto de gravedad, aumentando así, su estabilidad.
Caprichosos en su posición harán cambiar el espacio, siempre que un roce o simple suspiro los haga girar.